Ya es tradición. El año acaba pero antes hay que disfrutar de la Zambomba de la Sala García Lorca. Cada año se congrega en la Fundación Casa Patas un elenco de artistas que le cantan al Niño, a los Reyes, a la familia y al tiempo de reunión y de compartir.

Esta ocasión era el turno del Niño de la Fragua, que con su particular forma de cantar y acompañado de Juan Manuel Moneo a la guitarra, hizo una primera parte de Cante por derecho. Alegrías, Seguiriya, Fandangos y Bulerias,  todo ello repleto de flamencura, con unos giros de voz muy propios del cantaor y con el sublime toque de Juan Manuel que siempre arranca los olés del público.

Tras el descanso llegaba la parte más navideña. Con el compás de Manuel Cantarote y José Rubichi y las voces de Carmen Grilo, Ana de los Reyes, Coral de los Reyes y Eva Rubichi, Jerez aterriza de nuevo en Madrid para compartir con nosotros su forma de vivir estas fiestas. Definiría a estas artistas con la palabra poderío, cada una de ellas mostraba más. La fuerza, en su cante y en su baile, la conexión inmediata con el respetable y la alegría transmitida con una naturalidad desbordante fueron las protagonistas de esta noche.

Como si la juerga de Nochebuena de sus casas se hubiera celebrado allí. Se hizo corto y aunque el espectáculo acabó cerca de la 1 de la madrugada nos dejaba con ganas de más. Una miel en los labios que invitaba a bajar a Jerez y vivir con ellos unas cuantas navidades.

Fue una noche de alegrías y esperanza pero era imposible no acordarse de Manuel Moneo teniendo allí a su sobrino. Así que como sucede en estas fechas, la noche fue una mezcla de emoción, de nostalgia, de felicidad, de unión y de recuerdo, pero sobre todo, de poderío, mucho poderío.