La segunda jornada de la edición de Marzo del Festival «Flamencos y Mestizos» trajo por un lado el binomio artístico de Pablo Rubén Maldonado al piano acompañando a La Susi, para fortuna de todos los aficionados pues, esta cantaora de rompe y rasga, Camaronera confesa y con la que tanto hemos disfrutado, hacía casi una década que no pisaba escenario madrileño. La segunda parte, la más mestiza, protagonizada por un icono de una generación y estilo musical, «El Negri», vocalista de La Barbería del Sur en una época en la que la fusión flamenca bailaba al son de este grupo, de Ketama, de Navajita….

Así podemos contar que la Sala Berlanga, de la Fundación Sgae, se llenó de nostalgia y de recuerdo. Para mí personalmente fue una vuelta a mis veinte años en los que íbamos del Callejón al Cardamomo y de ahí al Candela al ritmo de los cantes de los protagonistas de la noche del viernes entre otros.

Comenzó la noche con piano por Soleá, improvisada, porque a Maldonado le gusta plasmar en el escenario la autenticidad del pálpito, lo que el corazón te pida, así entrega su esencia al público. Continuó con Seguiriya, «Ansiedad a Mi Locura», al golpe de nudillos de Miguel Téllez y Noe Barroso. Hecha la introducción, sale la Susi, de negro y con moño, por Vidalita, algo nerviosa según ella misma expresó. Ahora, no tardó ni dos segundos en templarse y se metió por Tangos, que domina y así casi finalizó su recital pues los tangos duraron cerca de 20 minutos, con pataítas incluídas. Artista donde las haya, voz de alma rota, puesta en escena con valentía y precioso espectáculo el ofrecido, rematado por fin de fiesta, Bulerías, para marcharse «Al Alba». Sin ganas de bajar de las tablas, se notó que hubieran continuado. Se pasó el tiempo sin darse uno cuenta. Volver pronto!!

Tras un descanso, «El Negri», el comienzo con caballo ganador, «Lo Bueno y Lo Malo», Ray siempre presente en esta generación. Tras «La Noche», preciosa versión del tema que tantas y tantas veces escuchamos a Montse Cortés en esa juventud que antes contaba, El Negri se quedó «Sediento» y continuó con un ramillete de Boleros, ¿qué hacemos ahora con Luis Miguel? Porque claro una vez escuchados éstos con ese matiz flamenco, ya no vuelves a los otros… Enrique Heredia estuvo muy vinculado a Morente así que quiso homenajearle con una Malagueña que continuó por Taranta y demostró al público su raiz. «Alegría de Vivir» y Navegaré para el final.

Por cierto, los músicos que le acompañaban impecables, Antonio Ramos al bajo, José María Cortina al piano, David Bao a la batería y Carlos Carmona a la guitarra.

Pues eso, final de una noche de vuelta a una etapa que marcó mi vida, con la que empecé a introducirme en el ambiente Flamenco, una etapa a la que tanto debemos muchos y que el viernes, gracias a la programación que Paco Ortega eligió, revivimos. «Nostalgia añadía pa’ mi corazón…»

Larga vida a un ciclo que llena siempre, que da muestra del antes y ahora, de lo más flamenco y lo más mestizo y de la capacidad de esta cultura para triunfar por sí misma, en su pureza, o mezclada.

Fotos y vídeos de Carmen Fernández – Enríquez.