28 de octubre, décimo día de Festival Suma Flamenca. Hoy cambiamos los Teatros del Canal por el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes de Madrid en plena confluencia de Gran Vía y Alcalá, un teatro bello y acogedor en el seno de este emblemático edificio. En este enclave tan madrileño esperamos una visita muy jerezana: la Macanita, una de las referencias actuales del cante jerezano, que viene acompañada por la guitarra de Manuel Valencia.

Tres sillas con micro bajo para palmas y jaleos, una con micro alto para la cantaora y otra con dos monitores pequeños a cada lado para el guitarrista. No hace falta más para una noche de Cante.

Solo ante el público Manuel Valencia respira, se sienta y comienza a tocar. En las primeras notas se aprecia la scordatura de la guitarra, esa afinación tan particular que en el flamenco nos invita a irnos para Ronda. Y así es. Qué dulzura en su toque, acentuando las notas justas, apretando en los picados, reteniendo y dejando silencio, el trémolo con una limpieza espectacular y pellizcado en el sitio preciso…, una locura de toque.

Tras un gran aplauso a la rondeña, sale la Macanita. Se templa por malagueñas “a buscar que amaba yo entré en el jardín de Venus” acordándose de Manuel Torre. Luego por tientos-tangos, ya dejando salir más la potencia de su voz y arropada por el compás y los jaleos de Chicharito, Manuel Cantarote y Manuel Macano.

Después despacito por soleá que inevitablemente entremezcla con aires de bulerías por soleá. Acelerando el compás nos hace un recorrido por cantiñas y, bajándolo, como penúltimo cante, nos hace transportarnos a un cuarto íntimo por seguiriyas.

Tras agradecer al público madrileño su asistencia y su «¡Viva Madrid y viva Jerez de la Frontera!», remata por bulerías con mucha jerezanía y peso, los tres palmeros y Manuel Valencia sonriendo, disfrutando y haciendo disfrutar al público.