Justo en el mismo lugar en el que hace 23 años nos despedíamos de La Faraona, con la fuerza de un ciclón, se inauguraba el Festival Flamenco Madrid 2018 con una gala de Cantaoras dedicada a la mujer.
Un cuadro artístico imposible de reunir si no fuera por el amor que las mismas protagonistas y músicos sienten por el arte y por el público. Como en la película «Flamenco» de Saura, y tras una breve intervención de Ángel Rojas, director del Festival, y don Enrique Pantoja, maestro de ceremonias, con Pablo Rubén Maldonado al piano, salían todas sentadas en sillas, alineadas, para comenzar por Tangos.
La gala transcurría por bloques, escoltados por fotografías de mujeres que aparecían y desaparecían, mujeres anónimas y mujeres tan reconocidas en nuestro mundo como la Paquera. Tras la fiesta por Tangos vino la sobriedad, una leyenda viva como María Vargas y su paisana y tocaya María Mezcle, cantaban por Seguiriya acompañadas por los guitarristas Luismi Manzano y Joni Jiménez. Sentencia!
Para no dejar ni un fleco suelto, esta noche sobre el escenario pasarían cantaoras jóvenes, mayores, más cercanas a lo ortodoxo, otras absolutamente transgresoras y, en medio, dos de las que se perfilan a un lado y a otro, Montse Cortés y Aurora Losada, con Petete y Juan Carlos Quirós al toque, cantaban a «La Noche» para los nostálgicos de una época marcada con esta canción como banda sonora y por ellas como intérpretes y puntales de unos años en los que no había un cartel en el que no aparecieran.
El volcán en erupción fue María La Coneja, que con Mayte Maya y «El Salvaje» salieron por Caña y pusieron el teatro boca abajo. Y como de mujeres iba la cosa, Violeta Parra estuvo representada en el sentir de Encarna Anillo que salía desde el patio de butacas para dirigirse al escenario donde la acompañaba Pituquete a las cuerdas.
Lola estaba entre nosotros, por lo que Jerez tenía que estar representado. Nadie mejor que la Tía Juana y la Terremoto. Juventud y experiencia. Sabiduría y desgarro, unidas, puro compás. Soleá por Bulerías.
Se rompen los moldes por rumba, y si hubo un rey de este Palo fue Bambino por lo que su sobrina Maui, junto a Naike Ponce y La Shica fueron las encargadas de poner la nota de color y frescura con una performance llena de comedia y sabor.
Caracoles y recuerdo a Chacón de Rocío Bazán y Maldonado que enlazaba con un Fin de Fiesta de veinte minutos con todos los artistas sobre escena y por Bulerías.
La sorpresa de la noche la dio Blanca del Rey que con su exquisitez recitaba al baile, al flamenco y al sentir.
«Con M de Mujer» era el título de una gala que representó a las Violeteras, las luchadoras, las valientes, representó a la belleza y la intuición y sobre todo a la fuerza que cada una de ellas, las que estaban en el escenario y las que están en el mundo, muestran cada día para capear con mucha elegancia las dificultades que aún a día de hoy se encuentran solamente por ser del género femenino. Fuerza que cien por cien el Miércoles vino de la mano de Lola, fuerza que hace de ellas Mujeres Triunfadoras.
Fotos y vídeos de Carmen Fernández – Enríquez.
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